El diseño da forma a la ciudad

El diseño da forma a la ciudad
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La planificación de las ciudades es un tema complejo que debe abordarse desde diferentes disciplinas, pero siempre desde la perspectiva de que la ciudad debe servir a sus habitantes. Sin embargo, economía, mantenimiento, dureza, especialización… parecen ser los parámetros desde los que últimamente se proyectan las ciudades. Pero, ¿hay algo más?

Diseño: Proyecto, plan que configura algo. Forma de un objeto.

Más allá de la eficacia, resolver los problemas urbanos implica creatividad, ingenio, originalidad, el deseo o la aspiración de aportar siempre algo más, un valor añadido, extraordinario, al simple hecho de resolver un problema. Un diseño cuidado, funcional y bello provoca además el sentimiento de pertenencia de los habitantes hacia su entorno. Como se suele decir, “2+2 son más de 4”.

En Córdoba, el diseño da forma a la ciudad. Tenemos la suerte de vivir en una ciudad plagada de objetos y espacios urbanos proyectados desde la creatividad. Buen ejemplo de ello son las diversas intervenciones en el espacio urbano que arquitectos y arquitectas han realizado a lo largo de los años. Recordemos el Balcón del Guadalquivir, de Juan Navarro Baldeweg (Premio Nacional de Arquitectura), el “Parque de Las Setas”, del Estudio Paredes Pino, el mobiliario urbano del Bulevar del Gran Capitán, de Juan Serrano, el empedrado de la cuesta del Bailío, de Víctor Escribano, o los numerosos interiores de edificios de vivienda colectiva, diseñados quizá de una manera más anónima por el colectivo de arquitectos y arquitectas (un espacio comunitario va mucho más allá de un ascensor una escalera).

La plaza de la Corredera, del arquitecto Juan Cuenca, es otro gran ejemplo de diseño de espacio y mobiliario urbanos, y últimamente ha sido centro de atención no por su extraordinario valor arquitectónico, sino por una desacertada acción para su conservación y mantenimiento que obvia la importancia de los detalles en la integridad del conjunto. Y es que una ciudad con esta riqueza no puede ser gestionada (sólo) desde criterios de funcionalidad, de igual manera que afrontar la conservación del patrimonio, el mantenimiento de los espacios urbanos o los nuevos crecimientos de la ciudad, no pueden reducirse a la resolución de una mera problemática técnica.

Es necesario recuperar el debate arquitectónico en la ciudad. La labor de asociaciones y colectivos ciudadanos de toda índole está provocando que la ciudadanía tome consciencia de su entorno y demande soluciones creativas a los problemas urbanos desde los parámetros de cohesión social y sostenibilidad medioambiental que rigen la actualidad.

Ahora sólo queda que las instituciones recojan estas demandas y comiencen a actuar con responsabilidad.

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Balcón del Guadalquivir, de Juan Navarro Baldeweg
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Balcón del Guadalquivir, de Juan Navarro Baldeweg
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“Parque de Las Setas”, del Estudio Paredes Pino
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Mobiliario urbano en el Bulevar del Gran Capitán, de Juan Serrano
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Mobiliario urbano en el Bulevar del Gran Capitán, de Juan Serrano
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Mobiliario urbano en el Bulevar del Gran Capitán, de Juan Serrano
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Empedrado de la Cuesta del Bailío, de Víctor Escribano (fotografía de Luis Muñoz)
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Plaza de la Corredera, de Juan Cuenca (fotografía de Luis Muñoz)
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