XII Edición | Premiado
Sala capitular del convento de San Pablo
Córdoba
Premio Félix Hernández XII Edición
La necesidad planteada por el Ayuntamiento de Córdoba de adecuar esta ruina para sala polifuncional, a modo de contenedor lo más neutro y flexible posible, de manera que puedan celebrarse en ella actividades culturales de todo tipo –exposiciones, conferencias, conciertos, presentaciones de libros, lecturas de poesía, etc.- siempre condicionadas a la escala de la misma, hizo que nos planteáramos en el concurso huir de decisiones que fosilizaran cualquiera de ellas eliminando otras posibilidades.
Además, esta adecuación polifuncional –y, junto con ella, la construcción de un espacio introductorio, que funcionara como vestíbulo y al cual estuvieran vinculados los elementos imprescindibles de apoyo, como los aseos, el almacén y una pequeña barra-ambigú para poder apoyar las actividades-, no debía nunca menoscabar la idea básica que era la de conservar la ruina y su ambiente en el huerto. Es decir, tanto la estructura de muros –con todas sus huellas y texturas-, como la luz que permitía su lectura como espacio exterior, eran dos claves ineludibles para su rehabilitación. Y, junto a ello, la reversibilidad de la intervención, es decir, optar por materiales y sistemas que, lejos de imitar un sistema constructivo tradicional, optara más por el carácter de una instalación, en la que todos los elementos, atornillados y desmontables, no impidieran otra posible actuación futura.
Plantas. / Sala capitular del convento de San Pablo
La intervención, a partir de estas premisas, parte de la valoración de esta ruina en su estado actual, es decir, tanto en su configuración formal como material, incorporada al paisaje urbano con una significación ineludible. Por tanto, nos limitaremos a aquellas actuaciones imprescindibles sobre la ruina que garanticen su conservación.
Esto no impide que hagamos una propuesta de ordenación del huerto, en relación con la lectura urbana antes descrita, propuesta que trata de consolidar su paisaje, huyendo de la formalización precisa que un jardín conlleva, para trazar unos caminos de enlace entre todos los puntos de acceso previstos e implantar texturas, colores, olores, propios de un huerto, donde el agua acompañaría los caminos, como acequias que fluyen desde la estructura hidráulica de captación, para irrigar todos los cultivos.
La intervención parte de la valoración de esta ruina en su estado actual, tanto en su configuración formal como material (…) ya que como dijo Goya “el tiempo también pinta»
Nos limitamos a realizar una labor de limpieza general, retirando los materiales ajenos a la misma, consolidando los muros en su coronación con hormigón de cal, debido a que es el lugar que más ha sufrido la situación de abandono. Hemos cuidado que la pátina de líquenes se conserve, evitando así una apariencia de muros recién construidos, ya que como sostenía Goya “el tiempo también pinta”.
Los huecos existentes se acristalan mediante un vidrio laminar sin carpintería. En la parte inferior, el gran hueco rematado por un arco de medio punto se trata como un retablo, estucado, de manera que pueda recibir una escultura que centre la composición de ese paramento frente a la fuerza de la portada de piedra que tiene enfrente.
Los mechinales se han limpiado a fondo, para permitir que aniden los cernícalos primilla y evitar que lo hagan las palomas, con las medidas facilitadas por la Consejería de Medio Ambiente.
Alzado. / Sala capitular del convento de San Pablo
Dada la rotundidad espacial de la sala capitular, se proyecta en primer lugar un cubierta que responde a dos cuestiones básicas: la consecución de una luz similar a la existente, y la evacuación del agua de lluvia de una superficie como la que nos ocupa. La solución es una retícula de vigas en “V” conformadas por perfiles metálicos que actúan de estructura y de canal de evacuación de aguas a la vez, dejando entre ellas unos casetones acristalados, con un vidrio laminar con control de radiación.
El otro tema en el que se interviene dentro de la sala es el zócalo y el suelo. El zócalo es un paramento liso ligeramente retranqueado respecto al superior, preparado para recibir la sillería. Por tanto, planteamos la recuperación de este zócalo como un “muro grueso” de tablero perforado de madera fonoacústico que alberga en su interior todas las instalaciones, debidamente registrables para permitir de una manera flexible su adaptación a las diversas actividades que se contemplan. El suelo por su parte se ejecuta con una piedra negra al corte apomazada, de manera que se huye intencionadamente de superficies brillantes para generar un marco neutro donde lo que realmente protagonice el espacio sea la propia sala, buscando así el aspecto de espacio exterior.
Sección. / Sala capitular del convento de San Pablo
A la intervención sobre la preexistencia, se le yuxtapone en su lado septentrional un volumen de una sola planta que da cabida al foyer de la sala, junto con unos aseos, un almacén y una pequeña barra de ambigú. Esta pieza se configura como exenta, con una geometría ortogonal propia, dejando un recorrido libre en su perímetro, de manera que se pueda registrar, desvinculándose de las complejas tapias y medianeras que configuran un palimpsesto, producto del paso del tiempo.
Este foyer, se conforma con un volumen prismático de doble escala, de manera que el vestíbulo en sí tiene 4 metros de altura libre, mientras que en la banda de servicios se reduce hasta 2,5 metros, lo que permite albergar las instalaciones de climatización, protegidas de las vistas exteriores mediante una piel complementaria.
Esta pieza participa del carácter de elemento pseudo-prefabricado, en el sentido de que su construcción es seca, una especie de mecano cuyos materiales permitan montarse y desmontarse con una cierta facilidad, huyendo así de la fosilización de una obra convencional. El sistema de cerramientos y particiones es a base de paneles ensamblados sobre perfilería auxiliar, fenólicos en el interior y panel-sándwich de aluminio en el exterior. De esta forma, entendemos que no compite ni con la escala ni con la materialidad de la ruina, buscando una escala más próxima al mundo del huerto en esa zona.
A la intervención sobre la preexistencia, se le yuxtapone un volumen de una sola planta que da cabida al foyer de la sala