Racionalidad al servicio del programa en una obra no exenta de decisiones singulares y matices constructivos que contribuyen a dar las respuestas adecuadas a los distintos desafíos que se presentan, tanto en el proyecto como en su desarrollo material. Marquesinas perforadas, cerrajerías en celosías de pletinas, paños de vidrio y mucho ladrillo, tanto en planos interminables como esponjado para dar paso a la luz o perforado para el control acústico. Cada gesto persigue su objetivo sin desentonar en el conjunto. La afección arqueológica no ha descompuesto una rotunda geometría en planta y un volumen contundente que contrasta con el vacío ordenado de los espacios libres y deportivos. Capacidad de dar respuesta a un estricto programa y una rigurosa normativa en un corto periodo de tiempo con un más que ajustado presupuesto. Acta XVI edición del Premio de Arquitectura Félix Hernández.
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La implantación de la edificación ha estado fuertemente condicionada por la necesidad de conservar los restos del Arrabal Islámico, muy superficiales, y el trazado del Acueducto Romano de Valdepuentes, que discurre en sentido noreste-suroeste atravesando por en medio de la parcela. Este hecho, así como el deseo de responder de un modo natural y razonable a las condiciones de contorno, orientación y climatología, son los puntos de partida sobre los que se desarrolla la nueva arquitectura. De este modo el trazado de la planta puede ser leído como el acuerdo entre dos tiempos, dos estructuras urbanas superpuestas.
El edificio se estructura a través de un eje principal de comunicación, orientado oeste-este, que parte del acceso principal y recorre todo el edificio. A un lado de dicho eje se adosan las dependencias de uso común y servicios generales, que ordenadas secuencialmente son: administración, sala de usos múltiples, servicios, cocina y comedor. Es precisamente en este último punto donde el eje se quiebra, adoptando la dirección perpendicular al trazado del Acueducto Romano, poniéndolo en valor. Este tramo conecta con los distintos usos comunes exteriores: zona de juegos de primaria, gimnasio, pistas deportivas y aparcamiento. Exteriormente, de forma paralela al eje de comunicación oeste-este antes mencionado, se tiene acceso al centro y a las distintas dependencias de uso fuera del horario escolar (Biblioteca, AMPAS, Gimnasio y Pistas).
Se trata de un edificio de dos plantas articulado en torno a un patio central, de geometría trapezoidal, al que se vuelcan las galerías de los aularios. La única excepción es el volumen orientado a norte, donde se ha invertido la posición de pasillo y aula para buscar la mejor orientación. Dicho patio será el encargado de resolver y representar las tensiones generadas entre el trazado del Arrabal Islámico, el Acueducto Romano y la ciudad actual.
El porche, de geometría más libre, define la escala del patio de juegos, ejerciendo de contrapunto a la rotundidad del aulario. La urbanización de la parcela se hace eco de dicha geometría, estableciéndose así cierta relación de continuidad entre lo construido y el espacio exterior.
La pérgola se libera de la geometría más rígida de la edificación para ganar autonomía. Se trata de un elemento que pretende situarse a medio camino entre lo construido y la masa de árboles que puebla el patio de juegos, articulando la relación entre exterior e interior. Dada su profundidad se perfora en un punto intermedio para garantizar la entrada de luz, permitiendo así que la vegetación pase dentro.
Hacia el interior de la parcela el edificio se fragmenta, ofreciendo siempre visiones parciales. En contraste con la imagen urbana, rotunda y precisa, la escala del patio de juegos se muestra más doméstica y los límites menos evidentes. La vegetación y la pérgola terminan por caracterizar este nuevo paisaje. La configuración general también actúa como filtro, reduciendo la presencia de los edificios residenciales próximos para dejar escapar la mirada hacia las vistas lejanas de la Sierra.
El gimnasio se construye íntegramente en ladrillo, tanto su envolvente exterior como el espacio interior, procurando así cierta relación de continuidad entre dentro y fuera. A partir de cierta altura el ladrillo se coloca a tabla, colaborando en la mejora de las condiciones acústicas de la sala y permitiendo la ventilación permanente de la misma. Las ventanas, orientadas a norte, garantizan un nivel de iluminación homogéneo a lo largo del día, sin deslumbramiento. El techo, de panel sándwich de aluminio, también es fonoabsorbente.
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