Con motivo del Día Mundial de la Arquitectura y la reciente imposición de la placa DOCOMOMO al Hospital General de Córdoba, los reconocidos arquitectos locales Gerardo Olivares James y Francisco Daroca Bruño han ofrecido una ponencia sobre el edificio en el Colegio de Arquitectos de Córdoba
El Hospital General de Córdoba
En el área suroeste de expansión de la ciudad, dirigida fundamentalmente a equipamientos hospitalarios y universitarios, supuso un salto dotacional en el panorama andaluz de la sanidad en su época. Ocupa un alcor sobre el río orientado al sur, visible desde la llegada a la ciudad. El desarrollo programático incorpora la traducción arquitectónica del hospital como dualidad hospedaje-curación: cada función tiene su lugar y forma diferenciados mediante dos grandes paralelepípedos, basados en una modulación de 6 x 6 m, maclados entre sí ortogonalmente y de acentuadas proporciones, horizontal el uno (diagnóstico-tratamiento) y vertical el otro (hospitalización).
El primero se realiza en volumen de una planta más una semienterrada, apoyado sobre pilotis con iluminación norte uniforme mediante cubierta en diente de sierra. La trama ortogonal de la estructura en planta baja resuelve la accesibilidad, posibilita el crecimiento indefinido y la adaptación a los cambios tecnológicos por la flexibilidad de su distribución. En el semisótano se sitúan el almacenaje, morgue, área de personal, etc. La planta superior está destinada a quirófanos y consultas, resolviendo las conexiones, así como a rehabilitación, administración, capilla y cafetería.
El volumen de habitaciones es un prisma esbelto orientado al sur, en el que se marcan las grandes terrazas voladas, que posibilitan la estancia y el paseo a la vez que protegen del sol. En los laterales, el repliegue de las terrazas y su profundidad las dota de cierta sensación de ingravidez. Todas las habitaciones, dobles y amplias, miran al paisaje. En la crujía norte, separadas por la galería de circulación, se encuentran las comunicaciones verticales, el puesto de enfermería y dependencias de atención. En contraste con la fachada sur, la cara norte se dota de lamas verticales orientables.
Se advierte un cuidado de las instalaciones, como el gran estanque en los jardines para la refrigeración de los circuitos de climatización. Algunas reparaciones recientes pueden comprometer la nitidez del diseño original.
