El Colegio Oficial de Arquitectos de Córdoba (COACo) ha impuesto la prestigiosa Placa Docomomo al edificio de la Subdelegación del Gobierno en Córdoba, una obra perteneciente al Movimiento Moderno, en el marco de la celebración del Día Mundial de la Arquitectura. Este reconocimiento, otorgado por la Fundación DOCOMOMO Ibérico, resalta la importancia arquitectónica de edificaciones claves dentro de este tipo de arquitectura, que se caracteriza por su innovación e incorporación de nuevos materiales y técnicas constructivas.
El acto estuvo presidido por la Subdelegada del Gobierno, Ana López Losilla, y participaron del mismo representantes de la junta directiva del COACo y familiares de algunos de los arquitectos que proyectaron esta obra: Daniel Sánchez Puch, José Rebollo Dicenta y Rafael de La-Hoz Arderius
El decano del COACo, Juan Eusebio Benito, destacó las cualidades del edificio, que fue construido en 1973. “Este reconocimiento no solo subraya su valor arquitectónico, sino también su contribución a la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos que interactúan con él, tanto a nivel funcional como estético”. Benito recordó la importancia de preservar y poner en valor la arquitectura del Movimiento Moderno, que, según sus palabras, «mejora la vida de los vecinos y enriquece el entorno urbano». Además, resaltó la necesidad de que los arquitectos sigan enfrentando los desafíos globales, como la emergencia climática y el acceso a la vivienda, con soluciones innovadoras que promuevan el confort, la seguridad y la cohesión social.
El edificio de la Subdelegación del Gobierno
El edificio de la Subdelegación del Gobierno se distingue por su fachada acristalada, suspendida mediante lamas verticales de aluminio anodizado, que permite una integración armoniosa con el entorno y refleja el denominado “Estilo Internacional”. La estructura en forma de U y el amplio patio-jardín central evocan la arquitectura mediterránea, combinando modernidad con tradición. Su rehabilitación actual refuerza el compromiso con la conservación del patrimonio arquitectónico.
Este proyecto fue diseñado por los arquitectos Daniel Sánchez Puch, José Rebollo Dicenta y Rafael de La-Hoz Arderius, nombres destacados en la historia de la arquitectura cordobesa y española. Rafael de La-Hoz, en particular, dejó una huella profunda en la modernización de Córdoba, mientras que Rebollo Dicenta fue clave en la planificación urbanística de la ciudad en la segunda mitad del siglo XX. Sánchez Puch, por su parte, aportó al desarrollo de importantes infraestructuras públicas en Andalucía, entre otras, la Universidad Laboral de Córdoba, en la que también participó.
El evento contó con la presencia de Matilde de La-Hoz, hija de Rafael de La-Hoz, Gabriel Rebollo Puig y Ángel Rebollo Puig, hijos del arquitecto José Rebollo Dicenta. Este último agradeció el reconocimiento a la obra de su padre y el resto del equipo de arquitectos que intervinieron en el proyecto. Rebolló calificó este edificio como “un puente al futuro” e incidió en la valentía de quienes decidieron apostar por una arquitectura de vanguardia, moderna, en un tiempo “difícil para la valentía”. Del edificio destacó “su transparencia, su luminosidad, su lenguaje aséptico pero sereno; un edificio rompedor, pero afable siendo muy discreto”.
La subdelegada del Gobierno de España, Ana López Losilla, mostró su agradecimiento “por este reconocimiento al edificio, pero también a tres enormes arquitectos cordobeses a los que estamos agradecidos por la modernización de Córdoba”.
Este homenaje a la arquitectura moderna se suma a las diversas actividades que el COACo tiene programadas para octubre y noviembre en el marco de la celebración del Día Mundial de la Arquitectura y el centenario del nacimiento de Rafael de La-Hoz.